Las Naciones Unidas lanzarán un nuevo sistema espacial de alta tecnología para rastrear a los mayores contaminantes de metano, anunciado en la conferencia climática mundial COP27 el 11 de noviembre. La plataforma supervisada por la ONU, llamada Sistema de Alerta y Respuesta de Metano (MARS), proporcionará «estadísticas neutrales y confiables sobre los gases que causan el cambio climático». Su lanzamiento está programado para 2023.
Usando datos satelitales, el sistema monitoreará los principales eventos de emisión y publicará cifras sobre fugas de metano. El organismo internacional se pondrá en contacto con los gobiernos, las empresas y los operadores que emiten más metano para reducir sus emisiones, después de lo cual los datos se pondrán a disposición del público. Es el “primer sistema global disponible públicamente capaz de conectar sin problemas la detección de metano con los procesos de notificación”, explicó Naciones Unidas.
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Si bien este es un gran paso hacia un mejor monitoreo del clima, no existe un mecanismo de aplicación para obligar a los emisores a dejar de contaminar más allá de informar. Se alentará a las partes interesadas a participar en los procesos de mitigación de la ONU. El sistema también ha recibido financiación inicial de la Comisión Europea, el gobierno de EE. UU., el Global Methane Hub y, en particular, el Bezos Earth Fund.
El metano es el segundo mayor contribuyente al calentamiento global causado por el hombre, según la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), y uno de los gases de efecto invernadero más preocupantes, atrapando el calor en la superficie del planeta 28 veces más que el dióxido de carbono. También aumenta constantemente en cantidad cada año, con 2021 estableciendo la cantidad récord de aumento en partes por billón desde 1983.
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Incluso con cantidades tan grandes, descubrir la causa de la contaminación por metano no es tan simple como parece. Como explica el periodista científico de Mashable, Mark Kaufman, «el metano puede provenir de fuentes dispares, indirectas y terriblemente difíciles de monitorear… Algunas fuentes esquivas de metano incluyen ‘gases fugitivos’ (como fugas de metano de sitios de extracción de petróleo) y metano de fuentes distantes fuentes biológicas (como las bacterias que descomponen las plantas en los humedales). Los científicos atmosféricos en realidad pueden identificar cuándo el metano proviene de fuentes biológicas, a diferencia de los combustibles fósiles. Pero los científicos no pueden distinguir fácilmente los tipos de fuentes biológicas.
Los científicos han utilizado una plétora de técnicas para monitorear la cantidad de metano que ingresa a la atmósfera. «Para rastrear y estimar estas emisiones, los científicos recopilan datos sobre las emisiones de naciones de todo el mundo, observan las emisiones desde el espacio, toman lecturas de aviones, torres y automóviles, y más», escribe Kaufman.
La iniciativa MARS de la ONU combina estos sistemas en una única plataforma de seguimiento, utilizando datos de la NASA y las agencias espaciales europea, alemana e italiana. En el futuro, el sistema también incluirá datos de operadores satelitales privados, informó Associated Press.
Con la consolidación de varios sistemas de detección de metano y el apoyo de las Naciones Unidas, el programa MARS es un esfuerzo de monitoreo optimista en la lucha de abajo hacia arriba contra la contaminación climática.