Agile es un enfoque iterativo para la gestión de proyectos y el desarrollo de software que ayuda a los equipos a entregar valor a sus clientes más rápido y con menos dolores de cabeza. En lugar de apostar por un lanzamiento masivo, un equipo ágil ofrece trabajo en pasos pequeños pero consumibles. Los requisitos, planes y entregables se evalúan continuamente para que los equipos tengan un mecanismo natural para reaccionar rápidamente a los cambios.
Agile no se define por una serie de técnicas o ceremonias de desarrollo específicas. En cambio, Agile es un grupo de metodologías que demuestran un compromiso con los circuitos de retroalimentación estrictos y la mejora continua.
Hoy, Agile es una metodología de desarrollo bien conocida y el enfoque preferido de muchos equipos de desarrollo, especialmente aquellos que buscan crear un entorno de entrega continua.
Cuando pensamos en Agile, generalmente pensamos en altos niveles de colaboración y flexibilidad, así como en un entorno iterativo donde los requisitos evolucionan con necesidades en constante cambio. Como resultado, también tendemos a conceptualizar Agile como un enfoque que ayuda a los equipos de desarrollo en múltiples industrias a entregar nuevas funciones más rápido.
Pero, ¿cómo llegamos allí? ¿Qué implica la historia ágil? ¿Y cómo la comprensión de la historia de Agile puede ayudarnos a comprender mejor la metodología y su impacto positivo en el mundo del desarrollo actual? Ya veremos.
Todo comenzó en la primavera de 2000, cuando un grupo de 17 desarrolladores de software, incluidos Martin Fowler, Jim Highsmith, Jon Kern, Jeff Sutherland, Ken Schwaber y Bob Martin, se reunieron en Oregón para discutir cómo acelerar los tiempos de desarrollo para traer nuevo software al mercado. mas rápido. Reconocieron dos oportunidades principales que el logro de este objetivo haría posible:
Reduzca los tiempos de entrega para que los usuarios resuelvan problemas serios de desarrollo de productos y adaptación al mercado Obtenga comentarios rápidos de los usuarios para confirmar la utilidad del nuevo software y continúe mejorando en consecuencia.
Si bien esta reunión no condujo a la metodología Agile que conocemos hoy, fue un hito en la historia de Agile, ya que la velocidad de comercialización, los retornos rápidos y la mejora continua son los sellos distintivos de la metodología Agile.